Tremenda polémica ha desatado el tema de la ratificación tácita de magistrados de los Tribunales Superior de Justicia y Justicia Administrativa; en razón a que correspondía al Congreso del Estado acordar la resolución de la solicitud presentada, en tiempo y forma, por los magistrados José Luis Reyes Hernández y Hugo Villegas Aquino, en donde pedían su ratificación por ocho años más al cargo de magistrados; sin embargo, los diputados se durmieron en sus laureles venciéndose el término de respuesta.
Y al no haberse efectuado el procedimiento de ratificación y no haberse dado respuesta a la petición de los interesados, se declara la ratificación tácita de sus nombramientos por un periodo igual al que fueron designados, según jurisprudencia del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.Ahora ambos magistrados bajo ese argumento exigen al Pleno del Congreso Local retome las solicitudes y declare procedente la ratificación tácita para seguir gozando de las mieles que deja la magistratura.
Un dato curioso, se comenta en los pasillos del Tribunal Superior de Justicia que en los casos de la y el magistrado del Tribunal Superior de Justicia, María Laura Ortiz Aguirrey Porfirio Sibaja Ilescas – quiénes al parecer, al vencerse su término en el cargo, omitieron presentar solicitud escrita para su ratificación-; sin embargo, operó sistemáticamente la ratificación tácita en el mes de diciembre del año 2018, por 15 años más.
Lo cierto es que esto de los procedimientos para el nombramiento de magistrados se está empañando demasiado; la más reciente convocatoria lanzada por el Gobierno del Estado, el 16 de julio del año que transcurre, donde establecen 3 días hábiles para que los aspirantes puedan presentar la documentación respectiva; justamente se publica un día después del inicio del período vacacional, lo cual le resta transparencia, imparcialidad y legalidad al procedimiento.
No me opongo a la idea de renovar la magistratura en el Tribunal Superior de Justicia, los retos de los tiempos actuales, el avance de la tecnología, las recientes reformas constitucionales y la nueva lógica de pensamiento, exige también una nueva generación de magistradas y magistrados que sacudan ideas anquilosadas y que se atrevan a visualizar la impartición de justicia como un ejercicio multidisciplinario, abierto, moderno, receptivo y propositivo;una magistratura que se baje de los nichos de poder, para volverse servidores del pueblo.
Para ello considero necesario desempolvar, quitar telarañas, cambiar bisagras en el Poder Judicial; actualmente hay una lista larga de magistrados que hace mucho debieron haberse jubilado como es el caso de: Octavio Zárate Mijangos con 87 años; Fernando Enrique Méndez Ortega con 73 años; Ezequiel Raúl Gómez Martínez 79 años; Porfirio Sibaja Ilescas 71, Arturo Lázaro León de la Vega con 73 años.
Dígame usted si tengo o no razón. Nos leemos en la próxima.
Por: Jaime González